2012
«El que venga a mi, no tendrá hambre, y el que crea en mi no tendrá nunca sed.» (Jn 6,35)

1.12.12
Una convicción indestructible sostiene desde sus inicios la fe de los seguidores de Jesús: alentada por Dios, la historia humana se encamina hacia su liberación definitiva. Las contradicciones insoportables del ser humano y los horrores que se cometen en todas las épocas no han de destruir nuestra esperanza.

Este mundo que nos sostiene no es definitivo. Un día la creación entera dará "signos" de que ha llegado a su final para dar paso a una vida nueva y liberada que ninguno de nosotros puede imaginar ni comprender.

Los evangelios recogen el recuerdo de una reflexión de Jesús sobre este final de los tiempos. Paradójicamente, su atención no se concentra en los "acontecimientos cósmicos" que se puedan producir en aquel momento. Su principal objetivo es proponer a sus seguidores un estilo de vivir con lucidez ante ese horizonte.

El final de la historia no es el caos, la destrucción de la vida, la muerte total. Lentamente, en medio de luces y tinieblas, escuchando las llamadas de nuestro corazón o desoyendo lo mejor que hay en nosotros, vamos caminando hacia el misterio último de la realidad que los creyentes llamamos "Dios".

No hemos de vivir atrapados por el miedo o la ansiedad. El "último día" no es un día de ira y de venganza, sino de liberación. Lucas resume el pensamiento de Jesús con estas palabras admirables: "Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación". Solo entonces conoceremos de verdad cómo ama Dios al mundo.

Hemos de reavivar nuestra confianza, levantar el ánimo y despertar la esperanza. Un día los poderes financieros se hundirán. La insensatez de los poderosos se acabará. Las víctimas de tantas guerras, crímenes y genocidios conocerán la vida. Nuestros esfuerzos por un mundo más humano no se perderán para siempre.

Jesús se esfuerza por sacudir las conciencias de sus seguidores. "Tened cuidado: que no se os embote la mente". No viváis como imbéciles. No os dejéis arrastrar por la frivolidad y los excesos. Mantened viva la indignación. "Estad siempre despiertos". No os relajéis. Vivid con lucidez y responsabilidad. No os canséis. Mantened siempre la tensión.

¿Cómo estamos viviendo estos tiempos difíciles para casi todos, angustiosos para muchos, y crueles para quienes se hunden en la impotencia? ¿Estamos despiertos? ¿Vivimos dormidos? Desde las comunidades cristianas hemos de alentar la indignación y la esperanza. Y solo hay un camino: estar junto a los que se están quedando sin nada, hundidos en la desesperanza, la rabia y la humillación.

Jesús fue un creador incansable de esperanza. Toda su existencia consistió en contagiar a los demás la esperanza que él mismo vivía desde lo más hondo de su ser. Hoy escuchamos su grito de alerta: «Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación. Pero tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y la preocupación del dinero».

Las palabras de Jesús no han perdido actualidad, pues también hoy seguimos matando la esperanza y estropeando la vida de muchas maneras. No pensemos en los que, al margen de toda fe, viven según aquello de «comamos y bebamos, que mañana moriremos», sino en quienes, llamándonos cristianos, podemos caer en una actitud no muy diferente: «Comamos y bebamos, que mañana vendrá el Mesías».

Cuando en una sociedad se tiene como objetivo casi único de la vida la satisfacción ciega de las apetencias y se encierra cada uno en su propio disfrute, allí muere la esperanza.

Los satisfechos no buscan nada realmente nuevo. No trabajan a fondo nos va bastante bien. Desde esta perspectiva, oír hablar de que un día todo puede desaparecer «suena» a «visiones apocalípticas» nacidas del desvarío de mentes tenebrosas.

Todo cambia cuando el mismo Evangelio es leído desde el sufrimiento del Tercer Mundo. Cuando la miseria es ya insoportable y el momento presente es vivido solo como sufrimiento destructor, es fácil sentir exactamente lo contrario. «Gracias a Dios esto no durará para siempre».

Los últimos de la Tierra son quienes mejor pueden comprender el mensaje de Jesús: «Dichosos los que lloran, porque de ellos es el reino de Dios». Estos hombres y mujeres, cuya existencia es hambre y miseria, están esperando algo nuevo y diferente que responda a sus anhelos más hondos de vida y de paz.

Un día «el sol, la luna y las estrellas temblarán», es decir, todo aquello en que creíamos poder confiar para siempre se hundirá. Nuestras ideas de poder, seguridad y progreso se tambalearán. Todo aquello que no conduce al ser humano a la verdad, la justicia y la fraternidad se derrumbará, y «en la tierra habrá angustia de las gentes».

Pero el mensaje de Jesús no es de desesperanza para nadie: Aun entonces, en el momento de la verdad última, no desesperéis, estad despiertos, «manteneos en pie», poned vuestra confianza en Dios. Viendo de cerca el sufrimiento cruel de aquellas gentes de África me sorprendí a mí mismo sintiendo algo que puede parecer extraño en un cristiano. No es propiamente una oración a Dios. Es un deseo ardiente y una invocación ante el misterio del dolor humano. Es esto lo que me salía de dentro: «¡Por favor, que haya Dios!».
J. A. Págola

24.11.12
El juicio contra Jesús tuvo lugar probablemente en el palacio en el que residía Pilato cuando acudía a Jerusalén. Allí se encuentran una mañana de abril del año treinta un reo indefenso llamado Jesús y el representante del poderoso sistema imperial de Roma.

El evangelio de Juan relata el dialogo entre ambos. En realidad, más que un interrogatorio, parece un discurso de Jesús para esclarecer algunos temas que interesan mucho al evangelista. En un determinado momento Jesús hace esta solemne proclamación: "Yo para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz".

Esta afirmación recoge un rasgo básico que define la trayectoria profética de Jesús: su voluntad de vivir en la verdad de Dios. Jesús no solo dice la verdad, sino que busca la verdad y solo la verdad de un Dios que quiere un mundo más humano para todos sus hijos e hijas.

Por eso, Jesús habla con autoridad, pero sin falsos autoritarismos. Habla con sinceridad, pero sin dogmatismos. No habla como los fanáticos que tratan de imponer su verdad. Tampoco como los funcionarios que la defienden por obligación aunque no crean en ella. No se siente nunca guardián de la verdad sino testigo.

Jesús no convierte la verdad de Dios en propaganda. No la utiliza en provecho propio sino en defensa de los pobres. No tolera la mentira o el encubrimiento de las injusticias. No soporta las manipulaciones. Jesús se convierte así en "voz de los sin voz, y voz contra los que tienen demasiada voz" (Jon Sobrino).

Esta voz es más necesaria que nunca en esta sociedad atrapada en una grave crisis económica. La ocultación de la verdad es uno de los más firmes presupuestos de la actuación de los grandes poderes financieros y de la gestión política sometida a sus exigencias. Se nos quiere hacer vivir la crisis en la mentira. Se hace todo lo posible para ocultar la responsabilidad de los principales causantes de la crisis y se ignora de manera perversa el sufrimiento de las víctimas más débiles e indefensas. Es urgente humanizar la crisis poniendo en el centro de atención la verdad de los que sufren y la atención prioritaria a su situación cada vez más grave.

Es la primera verdad exigible a todos si no queremos ser inhumanos. El primer dato previo a todo. No nos podemos acostumbrar a la exclusión social y la desesperanza en que están cayendo los más débiles. Quienes seguimos a Jesús hemos de escuchar su voz y salir instintivamente en su defensa y ayuda. Quien es de la verdad escucha su voz.
No todos los que han abandonado la práctica religiosa tienen la misma postura ante Dios. Algunos rechazan todo contacto con lo religioso; Dios les resulta un ser incómodo y amenazador del que prefieren prescindir.

Otros viven absolutamente despreocupados de estas cosas; les basta con ir resolviendo los problemas de cada día; Dios no tiene sitio en su vida. Hay, sin embargo, un número creciente de no practicantes en los que comienza a despertarse una inquietud religiosa.

No es fácil expresar lo que sienten ni lo que buscan. Ciertamente no están pensando en volver al cristianismo que un día conocieron y que, por una razón o por otra, han abandonado. Su búsqueda se sitúa ahora a otro nivel diferente. Andan detrás de algo que ni ellos mismos aciertan a definir con precisión.

Lo que conocen de la Iglesia les parece excesivamente complicado. El lenguaje eclesiástico les resulta difícil.Tampoco les convence mucho la vida de otros cristianos practicantes que conocen. Pero sienten la necesidad de algo que dé más coherencia y más sentido a su vida.

En el fondo de todo está la cuestión de Dios. La mayoría no duda de que Dios existe. Pero, ¿cómo es ese Dios del que la Iglesia habla tanto? ¿Es un Dios terrible y peligroso del que uno no se puede fiar nunca del todo? ¿Es un Dios bueno que entiende nuestra debilidad y busca siempre solo nuestro bien?

Pero, ¿con quién hablar de todo esto? Al que se ha alejado de la Iglesia no se le hace fácil acercarse a un sacerdote. Es normal. Si al menos pudiera hablar con toda confianza con algún amigo creyente. Porque es bueno escuchar la experiencia de alguien que vive gozosamente su fe para aclarar equívocos, deshacer prejuicios o exponer las propias dudas.

En cualquier caso, lo importante son los pasos que uno mismo va dando por dentro. Hay preguntas que es bueno contestar: ¿Por qué he abandonado yo el contacto con lo religioso? ¿Me ha hecho bien alejarme de Dios? Ahora sé lo que es vivir de espaldas a la fe, ¿quiero terminar así mi vida? ¿No necesito encontrarme con un Dios Amigo?

¿Se puede rezar? Hay personas que se alejaron hace mucho de todo esto, pero tampoco tienen nada contra Dios. En este momento no sabrían cómo rezar; han olvidado las palabras del Padre Nuestro; no les sale ninguna oración. ¿Es difícil decir a Dios: «Tú me conoces y me entiendes. Ayúdame a vivir. Enséñame a creer»?

Puede parecer algo trivial y, sin embargo, una invocación sincera a Dios puede significar un cambio interior importante. Las palabras de Jesús son alentadoras: «Todo el que es de la verdad, escucha mi voz

 J.A. Págola

10.11.12
El contraste entre las dos escenas no puede ser más fuerte. En la primera, Jesús pone a la gente en guardia frente a los dirigentes religiosos: "¡Cuidado con los letrados!", su comportamiento puede hacer mucho daño. En la segunda, llama a sus discípulos para que tomen nota del gesto de una viuda pobre: la gente sencilla les podrá enseñar a vivir el Evangelio.


 Es sorprendente el lenguaje duro y certero que emplea Jesús para desenmascarar la falsa religiosidad de los escribas. No puede soportar su vanidad y su afán de ostentación. Buscan vestir de modo especial y ser saludados con reverencia para sobresalir sobre los demás, imponerse y dominar.
La religión les sirve para alimentar fatuidad. Hacen "largos rezos" para impresionar. No crean comunidad, pues se colocan por encima de todos. En el fondo, solo piensan en sí mismos. Viven aprovechándose de las personas débiles a las que deberían servir.

Marcos no recoge las palabras de Jesús para condenar a los escribas que había en el Templo de Jerusalén antes de su destrucción, sino para poner en guardia a las comunidades cristianas para las que escribe. Los dirigentes religiosos han de ser servidores de la comunidad. Nada más. Si lo olvidan, son un peligro para todos. Hay que reaccionar para que no hagan daño.

En la segunda escena, Jesús está sentado enfrente del arca de las ofrendas. Muchos ricos van echando cantidades importantes: son los que sostienen el Templo. De pronto se acerca una mujer. Jesús observa que echa dos moneditas de cobre. Es una viuda pobre, maltratada por la vida, sola y sin recursos. Probablemente vive mendigando junto al Templo.

Conmovido, Jesús llama rápidamente a sus discípulos. No han de olvidar el gesto de esta mujer, pues, aunque está pasando necesidad, "ha echado todo lo que tenía para vivir". Mientras los letrados viven aprovechándose de la religión, esta mujer se desprende de todo por los demás, confiando totalmente en Dios.

Su gesto nos descubre el corazón de la verdadera religión: confianza grande en Dios, gratuidad sorprendente, generosidad y amor solidario, sencillez y verdad. No conocemos el nombre de esta mujer ni su rostro. Solo sabemos que Jesús vio en ella un modelo para los futuros dirigentes de su Iglesia.

También hoy, tantas mujeres y hombres de fe sencilla y corazón generoso son lo mejor que tenemos en la Iglesia. No escriben libros ni pronuncian sermones, pero son los que mantienen vivo entre nosotros el Evangelio de Jesús. De ellos hemos de aprender los presbíteros y obispos.

J.A. Págola

1.11.12 ,
Hoy se nos ha confirmado por parte del Sr. Coordinador de Hermandades de nuestra Parroquia, a la salida de la Eucaristía solemne de todos los Santos, que D. José Manuel González Gutierrez será el encargado de pregonar la Semana Mayor de Bornos en 2013.

Aunque no es natural de Bornos, desde hace ya algún tiempo vive en nuestro pueblo, por lo que es conocido de todos. En 2010 fue el orador de las Glorias y Alabanzas de María Santísima de la Hermandad de Nuestra Señora del  Rocío de Arcos de la Frontera en su  XVIII edición y en el que deleitó a los presentes con una elaborada oratoria, haciendo vivir momentos de verdadera emoción y envueltos en un mensaje de alivio y gozo cristiano preparó a los suyos para una romería inminente. 

José Manuel, de trayectoria cofrade reconocida, será en esta ocasión  la persona encargada de introducirnos de lleno en la Semana Santa que con este nombramiento comienza su cuenta atrás.  Desde nuestra Hermandad, como no puede ser de otra forma, y desde este mismo instante,  nos ponemos a su entera disposición para lo que pudiese necesitar, al tiempo que le felicitamos efusivamente por su elección y le deseamos de todo corazón todo lo mejor en la gran responsabilidad que significa pregonar la Semana Mayor de Bornos. Felicidades Jose Manuel.

 PBJ

31.10.12
Un escriba se acerca a Jesús. No viene a tenderle una trampa. Tampoco a discutir con él. Su vida está fundamentada en leyes y normas que le indican cómo comportarse en cada momento. Sin embargo, en su corazón se ha despertado una pregunta: "¿Qué mandamiento es el primero de todos?" ¿Qué es lo más importante para acertar en la vida?

Jesús entiende muy bien lo que siente aquel hombre. Cuando en la religión se van acumulando normas y preceptos, costumbres y ritos, es fácil vivir dispersos, sin saber exactamente qué es lo fundamental para orientar la vida de manera sana. Algo de esto ocurría en ciertos sectores del judaísmo.



Jesús no le cita los mandamientos de Moisés. Sencillamente, le recuerda la oración que esa misma mañana han pronunciado los dos al salir el sol, siguiendo la costumbre judía: "Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón".

El escriba está pensando en un Dios que tiene poder de mandar. Jesús le coloca ante un Dios cuya voz hemos de escuchar. Lo importante no es conocer preceptos y cumplirlos. Lo decisivo es detenernos a escuchar a ese Dios que nos habla sin pronunciar palabras humanas.

Cuando escuchamos al verdadero Dios, se despierta en nosotros una atracción hacia el amor. No es propiamente una orden. Es lo que brota en nosotros al abrirnos al Misterio último de la vida: "Amarás". En esta experiencia, no hay intermediarios religiosos, no hay teólogos ni moralistas. No necesitamos que nadie nos lo diga desde fuera. Sabemos que lo importante es amar.

Este amor a Dios no es un sentimiento ni una emoción. Amar al que es la fuente y el origen de la vida es vivir amando la vida, la creación, las cosas y, sobre todo, a las personas. Jesús habla de amar "con todo el corazón, con toda el alma, con todo el ser". Sin mediocridad ni cálculos interesados. De manera generosa y confiada.

Jesús añade, todavía, algo que el escriba no ha preguntado. Este amor a Dios es inseparable del amor al prójimo. Sólo se puede amar a Dios amando al hermano. De lo contrario, el amor a Dios es mentira. ¿Cómo vamos a amar al Padre sin amar a sus hijos e hijas?

No siempre cuidamos los cristianos esta síntesis de Jesús. Con frecuencia, tendemos a confundir el amor a Dios con las prácticas religiosas y el fervor, ignorando el amor práctico y solidario a quienes viven excluidos por la sociedad y olvidados por la religión. Pero, ¿qué hay de verdad en nuestro amor a Dios si vivimos de espaldas a los que sufren?

Se ha dicho que el hombre contemporáneo ha perdido la confianza en el amor. No quiere «sentimentalismos» ni compasiones baratas. Hay que ser eficaces y productivos. La cultura moderna ha optado por la racionalidad económica y el rendimiento material, y tiene miedo al corazón.

Por eso, en la sociedad actual se teme a las personas enfermas, débiles o necesitadas. Se las encierra en las instituciones o se les encomienda a la Administración, pero nadie las quiere cerca.

El rico tiene miedo del pobre. Los que tenemos trabajo no deseamos encontramos con quienes están en paro. Nos molestan todos aquellos que se nos acercan pidiendo ayuda en nombre de la justicia o del amor.

Se levantan entre nosotros toda clase de barreras. No queremos cerca a los gitanos. Miramos con recelo a los africanos porque su presencia parece peligrosa. Cada grupo y cada persona se encierra en sí mismo para defenderse mejor.

Queremos construir una sociedad progresista basándolo todo en la rentabilidad, el crecimiento económico, la competitividad. Recientemente, una inmobiliaria publicaba el siguiente anuncio: «Nuestra filosofía reposa sobre cuatro principios: rentabilidad inmediata, seguridad de emplazamiento, fiscalidad ventajosa y constitución de un patrimonio generador de plus valía».

Naturalmente, en esta filosofía ya no tiene cabida «el amor al prójimo». Los mismos que se dicen creyentes, tal vez, hablan todavía de caridad cristiana pero terminan más de una vez instalándose en lo que Karl Rahner llamaba «un egoísmo que sabe comportarse decentemente».

Pero lo importante no son las palabras, sino los hechos. Si queremos ser fieles al principal mandato del Evangelio, los cristianos hemos de ir descubriendo constantemente las nuevas exigencias y tareas del amor al prójimo en la sociedad moderna.

Amar significa hoy afirmar los derechos de los parados antes que nuestro propio provecho. Renunciar a pequeñas y mezquinas ventajas para contribuir a una mejora social de los marginados. Arriesgar nuestra economía para solidarizarnos con causas que favorecen a los menos privilegiados. Dar con generosidad parte de nuestro tiempo libre al servicio de los más olvidados. Defender y promover la no-violencia como el camino más humano para resolver los conflictos.

Por mucho que la cultura actual lo olvide, en lo más hondo del ser humano hay una necesidad de amar al necesitado, y de amarlo de manera desinteresada y gratuita. Por eso es bueno que se sigan escuchando las palabras de Jesús: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón... Amarás a tu prójimo como a ti mismo».

J. A. Págola

10.10.12


Antes de que se ponga en camino, un desconocido se acerca a Jesús corriendo. Al parecer, tiene prisa para resolver su problema: "¿Qué haré para heredar la vida eterna?". No le preocupan los problemas de esta vida. Es rico. Todo lo tiene resuelto.

Jesús lo pone ante la Ley de Moisés. Curiosamente, no le recuerda los diez mandamientos, sino solo los que prohíben actuar contra el prójimo. El joven es un hombre bueno, observante fiel de la religión judía: "Todo eso lo he cumplido desde pequeño".



Jesús se le queda mirando con cariño. Es admirable la vida de una persona que no ha hecho daño a nadie. Jesús lo quiere atraer ahora para que colabore con él en su proyecto de hacer un mundo más humano, y le hace una propuesta sorprendente: "Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres... y luego sígueme".El rico posee muchas cosas, pero le falta lo único que permite seguir a Jesús de verdad. Es bueno, pero vive apegado a su dinero. Jesús le pide que renuncie a su riqueza y la ponga al servicio de los pobres. Solo compartiendo lo suyo con los necesitados, podrá seguir a Jesús colaborando en su proyecto.

El joven se siente incapaz. Necesita bienestar. No tiene fuerzas para vivir sin su riqueza. Su dinero está por encima de todo. Renuncia a seguir a Jesús. Había venido corriendo entusiasmado hacia él. Ahora se aleja triste. No conocerá nunca la alegría de colaborar con Jesús.

La crisis económica nos está invitando a los seguidores de Jesús a dar pasos hacia una vida más sobria, para compartir con los necesitados lo que tenemos y sencillamente no necesitamos para vivir con dignidad. Hemos de hacernos preguntas muy concretas si queremos seguir a Jesús en estos momentos.

Lo primero es revisar nuestra relación con el dinero: ¿Qué hacer con nuestro dinero? ¿Para qué ahorrar? ¿En qué invertir? ¿Con quiénes compartir lo que no necesitamos? Luego revisar nuestro consumo para hacerlo más responsable y menos compulsivo y superfluo: ¿Qué compramos? ¿Dónde compramos? ¿Para qué compramos?

¿A quiénes podemos ayudar a comprar lo que necesitan?

Son preguntas que nos hemos de hacer en el fondo de nuestra conciencia y también en nuestras familias, comunidades cristianas e instituciones de Iglesia. No haremos gestos heroicos, pero si damos pequeños pasos en esta dirección, conoceremos la alegría de seguir a Jesús contribuyendo a hacer la crisis de algunos un poco más humana y llevadera. Si no es así, nos sentiremos buenos cristianos, pero a nuestra religión le faltará alegría.
J. Antonio Págola

5.10.12

La Madre de Dios, en persona, le enseñó a Sto. Domingo a rezar el rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.
Domingo de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albingense. Esta enseña que existen dos dioses, uno del bien y otro del mal. El bueno creó todo lo espiritual. El malo, todo lo material. Como consecuencia, para los albingenses, todo lo material es malo. El cuerpo es material; por tanto, el cuerpo es malo. Jesús tuvo un cuerpo, por consiguiente, Jesús no es Dios.

También negaban los sacramentos y la verdad de que María es la Madre de Dios. Se rehusaban a reconocer al Papa y establecieron sus propias normas y creencias. Durante años los Papas enviaron sacerdotes celosos de la fe, que trataron de convertirlos, pero sin mucho éxito. También habían factores políticos envueltos. Domingo trabajó por años en medio de estos desventurados. Por medio de su predicación, sus oraciones y sacrificios, logró convertir a unos pocos. Pero, muy a menudo, por temor a ser ridiculizados y a pasar trabajos, los convertidos se daban por vencidos. Domingo dio inicio a una orden religiosa para las mujeres jóvenes convertidas. Su convento se encontraba en Prouille, junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen. Fue en esta capilla en donde Domingo le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada.

La Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.

Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente, lo predicó, y con gran éxito por que muchos albingenses volvieron a la fe católica. Lamentablemente la situación entre albingences y cristianos estaba además vinculada con la política, lo cual hizo que la cosa llegase a la guerra. Simón de Montfort, el dirigente del ejército cristiano y a la vez amigo de Domingo, hizo que éste enseñara a las tropas a rezar el rosario. Lo rezaron con gran devoción antes de su batalla más importante en Muret. De Montfort consideró que su victoria había sido un verdadero milagro y el resultado del rosario. Como signo de gratitud, De Montfort construyó la primera capilla a Nuestra Señora del Rosario.

Un creciente número de hombres se unió a la obra apostólica de Domingo y, con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de Predicadores (mas conocidos como Dominicos). Con gran celo predicaban, enseñaban y los frutos de conversión crecían. A medida que la orden crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros para la gloria de Dios y de la Virgen.

El rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a  Alano de la Rupe y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes al rosario.



28.9.12

El viernes día 28 de septiembre, al término de la Santa Misa, se entregó en el despacho parroquial la documentación necesaria para seguir con los trámites que marca la normativa diocesana en estos supuestos a nuestro Director Espiritual D. Luis Carrasco Piñero.

Después de transcurridos unos días desde que se celebró Cabildo General Extraordinario en el que por la providencia se cumplió con los requisitos mínimos de asistencia establecidos en la normativa diocesana para su validez y una vez extendida preceptiva acta por nuestro secretario, donde se da fe de lo acontecido, ahora debemos recorrer un camino burocrático necesario para culminar el proyecto que nos ocupa.

Aunque no se trata de una documentación complicada, sí que es necesaria para poder firmar el contrato de compraventa que definitivamente haga nuestro el paso de misterio que pretendemos.

informe detallado
donde se describe el proyecto y otras circunstancias, hemos solicitado conforme a derecho vigente, opinión, así como permiso expreso y por escrito a nuestro Director Espiritual, quién una vez examinado el expediente determinará lo que proceda.

Así pues, estamos a la espera de obtener el Visto Bueno formal de la autoridad eclesiástica local para proceder, junto con todo el resto del expediente, a girar preceptiva solicitud a la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías, quién en su caso, recabará Decreto del Sr. Obispo que decidirá sobre la oportunidad, utilidad y viabilidad del proyecto, culminándose así el expediente y obteniendo, esperamos, nuestra Hermandad, el “Nil obstat” necesario para proceder a la compra del nuevo paso de misterio.


Seguiremos informando de cuanto acontezca en este sentido y esperamos que todo transcurra con la celeridad y normalidad adecuadas.

24.9.12

Como todos conocéis, el viernes día 21 de septiembre, celebramos Cabildo Extraordinario en el que fue aprobado por mayoría absoluta, y con una abstención, la compra de un nuevo paso para el Misterio de la Flagelación de nuestro Señor Jesucristo.



Se trata de un paso en madera de cedro que aunque en la actualidad no se encuentra totalmente terminado, si presenta un acabado suficiente para que nuestra Hermandad lo adapte a sus necesidades y comience, con su adquisición, un proyecto ilusionante que en su día, D.M., desembocará en un más que digno Paso de Misterio para nuestro Titular.


El inicio de este proyecto significa una importante inversión económica que debemos asumir con la colaboración de todos vosotros. Quizás signifique un periodo de austeridad en otros aspectos de la vida de nuestra Hermandad, pero creemos que merece la pena comprometerse para la consecución del mismo porque ya era hora de la renovación del Paso de Cristo de nuestra Hermandad.


Aunque el paso ha procesinado para la Asociación cofrade Jesús del Silencio de la localidad vecina de Dos Hermanas, no está totalmente finalizado, puesto que se encuentra al 40 %  aproximadamente de su ejecución total, por lo que podríamos adaptarlo tanto a las medidas de nuestra salida, como al estilo de acabado que se decida.

El precio de compra se estima en unos ocho mil euros, cantidad asumible por nuestra Hermandad y que nos permitirá contar con las bases para su posterior finalización. Estamos pendiente de firmar el documento de compra y de los trámites legales para que por fin este Miercoles Santo podamos procesionar con esta magnifica adquisición.

Este será solamente el punto de partida, puesto que tendremos que finalizar la ejecución de los candelabros, de las capillas, etc... y con el tiempo podemos aumentar las figuras del misterio, dado que el paso lo admitiría, consiguiendo que en nuestra Semana Mayor procesione por fin un misterio completo para mayor testimonio de Fe pública.  Esperamos la colaboración de todos nuestros Hermanos con donaciones al alcance de vuestras posibilidades para que entre todos hagamos realidad este proyecto ilusionante. Pasito a pasito debemos luchar por que nuestra Hermandad siga hacia adelante.



18.9.12 ,

Hermandad Santo Cristo de la Flagelación
y Ntra. Sra. del Mayor Dolor 
Bornos (Cádiz)

Estimado/a Hermano/a en Cristo:


Por acuerdo de Junta de Gobierno celebrada el pasado lunes, y por la presente, le convoco al Cabildo General Extraordinario que tendrá lugar (D. m.) en la Iglesia de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo el próximo viernes 21 de septiembre a las 19:00 h. en primera convocatoria y a las 19:15 h. en segunda convocatoria para tratar como único punto del día el siguiente asunto: 
  • Presentación y Aprobación de proyecto para Nuevo Paso del Misterio de la Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo.
Sin más, esperando su asistencia, recibe un cordial saludo en Cristo.
José Luis Palmero García
                                                                                                 Secretario


8.9.12
La curación de una persona, sorda y muda, es un símbolo de cómo Jesús quiere abrir los oídos de toda la humanidad para que acojamos su Buena Noticia y la anunciemos con alegría. Tú y yo formamos parte de esa humanidad y hoy conviene que nos hagamos una revisión de oídos y de boca. ¿Cómo andamos de escucha y de anuncio?



Relacionándolo con lo que decía Jesús la semana pasada, y en un intento de superar el ritualismo de escuchar la Palabra de forma rutinaria en las celebraciones, siempre he tenido la tentación de preguntar, al final de la misa, a los que han participado en ella, de qué hablaba hoy el evangelio, para comprobar hasta qué punto somos capaces no solo de retener el mensaje evangélico, sino de acogerlo en nuestro corazón y que transforme nuestra vida. Porque si no es así, nos pareceremos mucho al sordomudo del evangelio que acabamos de proclamar.

Jesús va atravesando tierras paganas. La gente de allí le presenta a una persona sordomuda. Tienen fe en Él, más que los judíos. En estas tierras paganas, Jesús es mejor acogido que entre los suyos. Jesús cura al sordomudo de una forma peculiar: metiéndole los dedos en los oídos y tocándole la lengua con la saliva. Mira al cielo, suspira y le dice: “Ábrete”. Esta persona estaba “cerrada” a Dios y a los demás. No podía oír la Buena Noticia del Evangelio, ni tampoco proclamarla, ni alabar a Dios. Las palabras de Jesús son una gran liberación para él. “Ábrete” quiere decir que esta persona se ha liberado, se ha transformado en un hombre nuevo, gracias a Jesús.

Ábrete” es una palabra que nos anuncia la salvación y la liberación del mensaje de Jesús, pero al mismo tiempo, nos denuncia nuestras “ataduras” y nuestras “cerrazones”. Las personas corremos el riesgo de vivir con el corazón cerrado, ensimismados en nosotros mismos, ignorando a los demás. Pero Jesús con su Palabra quiere abrirnos el corazón. Para eso no basta con escuchar la Palabra, hay que acoger el mensaje, dejar que entre en lo más profundo de nosotros mismos, en nuestra intimidad. Cuando somos capaces de experimentar que la Palabra de Dios ha llegado a nuestro corazón y se ha convertido en luz para nuestra vida, entonces también se nos desata la lengua y empezamos a alabar a Dios, como aquella gente pagana que reconoce en Jesús al Mesías: “Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos”. Eran los gestos mesiánicos. Isaías, en la primera lectura, también dice: “se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mundo cantará”. Es Dios que viene en persona y trae la salvación. Eso vino a anunciar Jesús.

Hasta que la Palabra de Dios no toque nuestro corazón, no entenderemos que la fe y la vida van unidas, como dice el apóstol Santiago en la segunda lectura, y que lo que Dios quiere no es que nos preocupemos de nosotros y de nuestra salvación, sino que levantemos la cabeza, afinemos el oído y hagamos vida esa Buena Noticia entre los más pobres, que son los preferidos de Dios: “¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que lo aman?”.

Quizás podíamos hacernos hoy la pregunta al terminar la celebración, al llegar a casa. ¿Qué me ha dicho Dios hoy a través de su Palabra? ¿Ha tocado mi corazón? ¿Le he dejado entrar en mi intimidad? ¿O sigo sordo y mudo? La respuesta nos la dará nuestra vida, si en ella permanecemos “atados” a lo material y “encerrados” en nosotros mismos, o si por el contrario, somos capaces de encarnar el mensaje salvador de Jesús, a través de la alegría, el servicio, la esperanza, el amor, la acogida, la escucha, la solidaridad... Que esta sea hoy nuestra revisión. Nunca es tarde para dejar que Dios entre en nuestro corazón y en nuestra vida.
Pedro Juan ( El Coloreador)

6.9.12

Desde hace bastante tiempo surgió la idea, entre un grupo de cofrades  ¡jartibles!, de conseguir que los cortejos procesionales en Bornos se fuesen modificando cada vez con mas sentido.

Esta tendencia que ha ido tomando cuerpo y que ha conseguido que nuestras Procesiones evolucionen hacia un orden determinado, no ha estado exenta de criticas y de renuncios por parte de los que se esfuerzan en estancarse en el tiempo.


Todos recordamos cuando cada penitente revestía el hábito de su Hermandad independientemente de la procesión en la que participaba, la polémica desatada cuando se comenzó a instaurar la papeleta de sito en nuestras hermandades,  o la polvareda que desató el cambio en la forma de cargar.
Ahora otra vez estamos de enhorabuena porque estos ¡jartibles! han conseguido que el concepto Hermandad se extienda hacia Hermandad entre Hermandades. No es un juego de palabras sino un escenario que ha propiciado que un proyecto, no nuevo, vea la luz como realidad.

Hoy se ha hecho entrega a la orfebrería Paula de Lucena (Córdoba), el primer plazo del encargo que las Hermandades de la Vera-Cruz, Nuestra Señora del RosarioFlagelación han decidido llevar a cabo para conseguir ocho ciriales o pértigas altas,  cinceladas y repujadas en plata, coronadas por un codal de cera, para que el cuerpo de  acólitos alumbre delante de los Pasos, lo que contribuirá, si cabe, a realzar aún mas, nuestros cortejos procesionales. El estreno de estos enseres mancomunados está previsto para la ya próxima celebración de nuestra Patrona y Alcaldesa Perpetua luciendo delante de su Paso en el número que decida su Junta de Gobierno.

Deseamos que desde este principo de fraternidad, podamos en el futuro ir aumentando nuestros enseres,  para mayor soporte de nuestro testimonio público de Fe. Enhorabuena a todos por este testimonio de comunión entre Hermandades.

Desde este espacio deseamos que siga adelante , que con el tiempo desemboque en el necesario Consejo Local de Hermandades, idea que está rondando desde hace unos años en la mente de los ¡Jartibles! y que todos unidos defendamos mejor nuestros proyectos e ideas, nuestras inquietudes y podamos, en unión, reivindicar mejor nuestra presencia en la vida de nuestro Pueblo y de nuestra Parroquia.

¡FELICIDADES!

10.8.12 ,
Segun publica la pagina web de nuestro obispado, el pasado 25 de julio, Monseñor José Mazuelos Pérez, obispo de Asidonia-Jerez, rubricó un decreto por el que, preocupado por la limitación que ostentan las personas impedidas a la hora de ejercer su derecho al voto en los cabildos cofrades de elecciones, son determinadas las modificaciones necesarias en la normativa ya existente para que puedan ampliarse de este modo las posibilidades de participación. El decreto del pastor diocesano entra en vigor con fecha del pasado 25 de julio.


Pica en el documento para guardar una copia

28.6.12
La escena es sorprendente. El evangelista Marcos presenta a una mujer desconocida como modelo de fe para las comunidades cristianas. De ella podrán aprender cómo buscar a Jesús con fe, cómo llegar a un contacto sanador con él y cómo encontrar en él la fuerza para iniciar una vida nueva, llena de paz y salud.


A diferencia de Jairo, identificado como "jefe de la sinagoga" y hombre importante en Cafarnaún, esta mujer no es nadie. Solo sabemos que padece una enfermedad secreta, típicamente femenina, que le impide vivir de manera sana su vida de mujer, esposa y madre.


Sufre mucho física y moralmente. Se ha arruinado buscando ayuda en los médicos, pero nadie la ha podido curar. Sin embargo, se resiste a vivir para siempre como una mujer enferma. Está sola. Nadie le ayuda a acercarse a Jesús, pero ella sabrá encontrarse con él.



No espera pasivamente a que Jesús se le acerque y le imponga sus manos. Ella misma lo buscará. Irá superando todos los obstáculos. Hará todo lo que puede y sabe. Jesús comprenderá su deseo de una vida más sana. Confía plenamente en su fuerza sanadora.

La mujer no se contenta solo con ver a Jesús de lejos. Busca un contacto más directo y personal. Actúa con determinación, pero no de manera alocada. No quiere molestar a nadie. Se acerca por detrás, entre la gente, y le toca el manto. En ese gesto delicado se concreta y expresa su confianza total en Jesús.

Todo ha ocurrido en secreto, pero Jesús quiere que todos conozcan la fe grande de esta mujer. Cuando ella, asustada y temblorosa, confiesa lo que ha hecho, Jesús le dice: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud". Esta mujer, con su capacidad para buscar y acoger la salvación que se nos ofrece en Jesús, es un modelo de fe para todos nosotros.

¿Quién ayuda a las mujeres de nuestros días a encontrarse con Jesús? ¿Quién se esfuerza por comprender los obstáculos que encuentran en la Iglesia actual para vivir su fe en Cristo "en paz y con salud"? ¿Quién valora la fe y los esfuerzos de las teólogas que, sin apenas apoyo alguno y venciendo toda clase de resistencias y rechazos, trabajan sin descanso por abrir caminos que permitan a la mujer vivir con más dignidad en la Iglesia de Jesús?

Las mujeres no encuentran entre nosotros la acogida, la valoración y la comprensión que encontraban en Jesús. No sabemos mirarlas como las miraba él. Sin embargo, con frecuencia, ellas son también hoy las que con su fe en Jesús y su aliento evangélico sostienen la vida de nuestras comunidades cristianas.
J.A. Págola


15.6.12
Inaguramos esta sección de nuestro espacio web, en la que trataremos de dar a conocer el devenir de Nuestra Hermandad a través de los tiempos, así como a la reivindicación, creemos que justa, para que la documentación perteneciente a la misma pueda al fin obrar en los archivos de nuestra Hermandad.

Intentaremos darle un tratamiento lo mas cientifico posible, apoyandonos sobre todo en las investigaciones llevadas a cabo por D. Manuel Barra Rodriguez del que a continuación dejamos un breve semblante que realizó Antonio María Gutiérrez Pinto, miembro de nuestra actual Junta de Gobierno.

D. Manuel Barra Rodriguez, Investigador, archivero y religioso, natural de Bornos y nacido el año 1929. Cursó estudios en la Universidad Lateranense de Roma y en la Escuela Paleográfica del Archivo Secreto Vaticano, Licenciado en Sagrada Teología y Diplomado en “De Re Archivística”.

En Zaragoza fue ordenado sacerdote por el año 1964. Fue Archivero General en la Congregación Pasionista de Roma y Jefe del Archivo de la Fundación Juan March, de las más importantes de España.

Viviendo en Madrid se dedicó al estudio y conocimiento de la Historia de Bornos mediante la abundante documentación que ojeó en el Archivo Histórico Nacional. Gran admirador de las cosas de su pueblo, nuestro historiador local se preocupó más de sacar a la luz gran cantidad de documentos relacionados con Bornos que dedicar tiempo a promover la publicación de sus obras, aún hoy, la mayor parte inéditas y que, poco a poco, tenemos el deber moral e histórico de sacarlas a la luz.


Fue uno de los refundadores de la Ilustre Hermandad de la Flagelación y Nª. Sª. del Mayor Dolor en la década de los 50. Manolo siempre dijo que el Padre Fray Pedro Mariscal de San Antonio (hijo del monasterio jerónimo de Bornos por el siglo XVIII) fue el mayor historiador que tuvo nuestra villa debido a la obra “Historia de Bornos y su Comarca, 1731”, libro que está custodiado en la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán y del que existen copias en la Biblioteca Colombina de Sevilla y en una librería anticuaria, también de Sevilla.

Hoy podemos decir, con autoridad, que Don Manuel Barra Rodríguez ha sido la persona que más se ha preocupado por la Historia de Bornos. El Ayuntamiento le concedió la rotulación de una futura calle y la distinción de Hijo Predilecto de la Villa de Bornos, que le otorgó a título póstumo, pues falleció el día 26 de abril de 2005 sin poder ver cumplido dicho nombramiento, entregandose a su familia, en entrañable acto, el 17 de Septiembre de 2005.

Como la labor que nos proponemos es lo suficientemente importante, rogamos a nuestros lectores que si observan algun error nos lo hagan llegar a nuestro correo electrónico para contrastarlo y en su caso corregirlo, aunque intentaremos que los datos publicados sean lo mas exactos posible.

Espadaña de la Iglesia de la Resurrección

Iniciaremos el trabajo proponiendo un relato sobre como se erigió la Iglesia de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y como es fundada y reorganizada hasta dos veces nuestra Hermandad, sus benefactores, etc...

Vista lateral de la Iglesia de la Resurrección


Solo nos queda esperar llevar a buen puerto la redacción de la Historia de Nuestra Hermandad para conocimiento de todos. Asimismo solicitamos a todos nuestros lectores nos hagan llegar las imágenes, los documentos y todo cuanto estimen para que esta sección sea lo más completa posible.



Santo Cristo de la Flagelación en el Retablo Mayor

Finalizamos esta introducción con la Imagen  de Nuestra Señora del Mayor Dolor, advocación que contaremos detalladamente como tiene, después de haber ostentado otras a lo largo de su historia.

Nuestra Sra. del Mayor Dolor en el Retablo Mayor




Hermandad de la Flagelación
Marzo de 2012

15.5.12
Aproximación Histórica:

No tenemos datos exactos de la fundación de nuestra Hermandad, pero si la podemos situar en un período de tiempo bastante aproximado. Antes de aventurarnos a dar cifras, sería conveniente repasar varias circunstancias históricas que van a justificar la situación cronológica del nacimiento de la misma. 

Partimos de la base de la perdida de los dos primeros libros de cuentas del Hospital de la Resurrección que sin duda podrían esclarecer las circunstancias de la creación de la Hermandad de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Probablemente se perdieron en el incendio de los archivos municipales en 1783, aunque no perdemos la esperanza como no lo hizo Manuel Barra de que estén en manos de particulares y algún día vean la luz pública para regocijo de todos. Así mismo, tenemos que partir del hecho de que se encuentran en paradero desconocido los libros de la primitiva Cofradía de la Resurrección, debido a que su Mayordomo en 1713 se trasladó de domicilio a Morón de la Frontera llevándolos consigo, perdiéndosele la pista desde ese instante, hecho que alimenta la esperanza de que puedan recuperarse algún día.

Lo que parece claro es que el deseo expresado por Diego Álvarez de Bohórquez fue llevado a cabo y además, secundado por otros miembros de la comunidad de Bornos porque se fundaron dos Hermandades más con Sede Canónica en la Iglesia Hospital de la Resurrección. Este hecho nos lleva a pensar que ninguna de las tres fue anterior a 1576, fecha en la que Manuel Barra data el inicio de las obras de construcción de la Iglesia Hospital.

Parece claro que habiendo dejado escrito en su testamento Diego Álvarez “Después de hecha la dicha Iglesia y hospital, si los vecinos de esta villa quisieren hacer hermandad e cofradía en él que la puedan hacer teniendo la dicha cofradía y nombrándose de la Santísima Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo” y continuando sus descendientes al frente del patronato del mismo, no se permitiese al principio que se fundara una cofradía distinta a la que había autorizado Diego Álvarez.

Así pues, Manuel Barra afirma en su libro “Iglesias y Ermitas de Bornos”, creemos que con buen criterio, que la primera en fundarse de las tres Hermandades mencionadas fue la de la Santísima Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Pero un dato que nubla lo que realmente ocurrió es determinar si fue una Hermandad de Gloria que veneraba y daba culto a Jesús Resucitado o dese el principio fue una hermandad de penitencia que veneraba también a Nuestra Señora de las Angustias. Manuel Barra determina que sería necesario conocer la fecha de adquisición de la Virgen de las Angustias – actual Virgen del Mayor Dolor-, pero sabemos que antes de su primera extinción ya era penitencial, porque una de las razones de su renovación en 1713 fue “por la mucha devoción […] a María Santísima de las Angustias, imagen de dicha cofradía”. 


Nuestra Señora de la Angustias (Del Mayor Dolor)

Esta afirmación nos lleva a pensar que la Cofradía que existía en el siglo XVII veneraba solamente a Jesús Resucitado aunque no existiese imagen de éste en la Iglesia de la Resurrección hasta 1694 o a éste y a la Virgen de la Angustias. No pudo por tanto la misma venerar a Jesús atado a la Columna que data de 1683.


Jesús Resucitado año 1694
Cerrando el círculo de datos que poseemos por la pericia y el tesón de Manuel Barra podríamos concluir que si tenemos en cuenta que fue la primera cofradía en fundarse y la segunda tuvo su fundación en 1640 por Toribio García según consta en su testamento de 1670, “Quiero y es mi voluntad que de las dichas casas las haya y lleve la Cofradía de Nuestro Señor Jesucristo Nazareno, de quien he sido muy devoto y Hermano Mayor, desde el año de seiscientos y cuarenta, que se fundó e instituyó a mi diligencia, hasta el día de hoy, y que sea con cargo a decir en cada un año treinta misas […] y que estas se digan en el Hospital de la Resurrección de esta villa […] o en otra parte, si se mudare dicha cofradía”, la cofradía de la Santísima Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo es anterior a la mencionada fecha.

Además de anterior a 1640, la forma de redacción del testamento de Toribio García, en la que ya prevé un posible traslado de la Cofradía de Nuestro Señor Jesucristo Nazareno, es suficientemente indicativo de que en la Iglesia de la Resurrección existía con anterioridad otra que no podía ser más que la cofradía de la Santísima Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, con suficiente antigüedad y arraigo para que el propio fundador de la Cofradía del Nazareno anduviese pensando en un traslado de Sede Canónica.

Estos datos históricos vienen a situar la fundación de nuestra Hermandad entre 1576 y 1640, sin poder aproximar más el año concreto de fundación de la misma, pero pudiese que se produjera a principios del siglo XVII y mas arriesgadamente podría haberse fundado igualmente a finales de del siglo XVI, idea esta que aunque parezca descabellada bien podría haberse producido, si tenemos en cuenta la diligencia con que se llevan a cabo los deseos de Diego Álvarez, que en todo momento secundan sus descendientes y Guiomar Torres su viuda, y teniendo en cuenta que transcurrieron veinticuatro años desde el inicio de las obras hasta el final de siglo.

Partiendo pues del dato de que a principios del XVII existió ya la Cofradía, podemos situarla como Hermandad de Gloria que venera a Jesús Resucitado y a la Virgen de la Angustias, imagen cuya adquisición fijaría definitivamente el año de fundación de la misma, anterior a la existencia de Jesús Resucitado y que en el transcurrir de los años próximos evolucionaría a Hermandad de Penitencia.


Conclusión:

A modo de fijación de datos y para resumir esta exposición que se fundamenta en el libro de Manuel Barra, podemos afirmar que nuestra Hermandad se fundó a finales del siglo XVI o principios del XVII como cofradía de gloria que veneraba a Jesús Resucitado y a Nuestra Señora de la Angustias, evolucionando a Hermandad de penitencia, que llegó a procesionar dos veces al año, una el domingo de Pascua con Jesús Resucitado y otra el Miércoles Santo con Jesús atado a la Columna y María Santísima de las Angustias, cambiando su titulo de Cofradía de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo a Cofradía de la Santísima Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de la Angustias, desde 1714, año de su renovación.


9.5.12
Jesús se está despidiendo de sus discípulos. Los ha querido apasionadamente. Los ha amado con el mismo amor con que lo ha amado el Padre. Ahora los tiene que dejar. Conoce su egoísmo. No saben quererse. Los ve discutiendo entre sí por  obtener los primeros puestos. ¿Qué será de ellos?


Las palabras de Jesús adquieren un tono solemne. Han de quedar bien grabadas en todos: "Éste es mi mandato: que os améis unos a otros como yo os he amado". Jesús no quiere que su estilo de amar se pierda entre los suyos. Si un día lo olvidan, nadie los podrá reconocer como discípulos suyos.

De Jesús quedó un recuerdo imborrable. Las primeras generaciones resumían así su vida: "Pasó por todas partes haciendo el bien". Era bueno encontrarse con él. Buscaba siempre el bien de las personas. Ayudaba a vivir. Su vida fue una Buena Noticia. Se podía descubrir en él la cercanía buena de Dios.

Jesús tiene un estilo de amar inconfundible. Es muy sensible al sufrimiento de la gente. No puede pasar de largo ante quien está sufriendo. Al entrar un día en la pequeña aldea de Naín, se encuentra con un entierro: una viuda se dirige a dar tierra a su hijo único. A Jesús le sale desde dentro su amor hacia aquella desconocida: "Mujer, no llores". Quien ama como Jesús, vive aliviando el sufrimiento y secando lágrimas.

Los evangelios recuerdan en diversas ocasiones cómo Jesús captaba con su mirada el sufrimiento de la gente. Los miraba y se conmovía: los veía sufriendo, o abatidos o como ovejas sin pastor. Rápidamente, se ponía a curar a los más enfermos o a alimentarlos con sus palabras. Quien ama como Jesús, aprende a mirar los rostros de las personas con compasión.

Es admirable la disponibilidad de Jesús para hacer el bien. No piensa en sí mismo. Está atento a cualquier llamada, dispuesto siempre a hacer lo que pueda. A un mendigo ciego que le pide compasión mientras va de camino, lo acoge con estas palabras: "¿Qué quieres que haga por ti?". Con esta actitud anda por la vida quien ama como Jesús.


Jesús sabe estar junto a los más desvalidos. No hace falta que se lo pidan. Hace lo que puede por curar sus dolencias, liberar sus conciencias o contagiar confianza en Dios. Pero no puede resolver todos los problemas de aquellas gentes.

Entonces se dedica a hacer gestos de bondad: abraza a los niños de la calle: no quiere que nadie se sienta huérfano; bendice a los enfermos: no quiere que se sientan olvidados por Dios; acaricia la piel de los leprosos: no quiere que se vean excluidos. Así son los gestos de quien ama como Jesús.

J. A. Págola

3.5.12
Según el relato evangélico de Juan, en vísperas de su muerte, Jesús revela a sus discípulos su deseo más profundo: "Permaneced en mí". Conoce su cobardía y mediocridad. En muchas ocasiones les ha recriminado su poca fe. Si no se mantienen vitalmente unidos a él no podrán subsistir.

Las palabras de Jesús no pueden ser más claras y expresivas: "Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí". Si no se mantienen firmes en lo que han aprendido y vivido junto a él, su vida será estéril. Si no viven de su Espíritu, lo iniciado por él se extinguirá.

Jesús emplea un lenguaje rotundo: "Yo soy la vid y vosotros los sarmientos". En los discípulos ha de correr la savia que proviene de Jesús. No lo han de olvidar nunca. "El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada". Separados de Jesús, sus discípulos no podemos nada.

Jesús no solo les pide que permanezcan en él. Les dice también que "sus palabras permanezcan en ellos". Que no las olviden. Que vivan de su Evangelio. Esa es la fuente de la que han de beber. Ya se lo había dicho en otra ocasión: "Las palabras que os he dicho son espíritu y vida".

El Espíritu del Resucitado permanece hoy vivo y operante en su Iglesia de múltiples formas, pero su presencia invisible y callada adquiere rasgos visibles y voz concreta gracias al recuerdo guardado en los relatos evangélicos por quienes lo conocieron de cerca y le siguieron. En los evangelios nos ponemos en contacto con su mensaje, su estilo de vida y su proyecto del reino de Dios.

Por eso, en los evangelios se encierra la fuerza más poderosa que poseen las comunidades cristianas para regenerar su vida. La energía que necesitamos para recuperar nuestra identidad de seguidores de Jesús. El Evangelio de Jesús es el instrumento pastoral más importante para renovar hoy a la Iglesia.

Muchos cristianos buenos de nuestras comunidades solo conocen los evangelios "de segunda mano". Todo lo que saben de Jesús y de su mensaje proviene de lo que han podido reconstruir a partir de las palabras de los predicadores y catequistas. Viven su fe sin tener un contacto personal con "las palabras de Jesús".

Es difícil imaginar una "nueva evangelización" sin facilitar a las personas un contacto más directo e inmediato con los evangelios. Nada tiene más fuerza evangelizadora que la experiencia de escuchar juntos el Evangelio de Jesús desde las preguntas, los problemas, sufrimientos y esperanzas de nuestros tiempos.

J.A.Págola

26.4.12
El símbolo de Jesús como pastor bueno produce hoy en algunos cristianos cierto fastidio. No queremos ser tratados como ovejas de un rebaño. No necesitamos a nadie que gobierne y controle nuestra vida. Queremos ser respetados. No necesitamos de ningún pastor. No sentían así los primeros cristianos. La figura de Jesús buen pastor se convirtió muy pronto en la imagen más querida  de Jesús. Ya en las catacumbas de Roma se le representa cargando sobre sus hombros a la oveja perdida. Nadie está pensando en Jesús como un pastor autoritario dedicado a vigilar y controlar a sus seguidores, sino como un pastor bueno que cuida de ellas.

El "pastor bueno" se preocupa de sus ovejas. Es su primer rasgo. No las abandona nunca. No las olvida. Vive pendiente de ellas. Está siempre atento a las más débiles o enfermas. No es como el pastor mercenario que, cuando ve algún peligro, huye para salvar su vida abandonando al rebaño. No le importan las ovejas.

Jesús había dejado un recuerdo imborrable. Los relatos evangélicos lo describen preocupado por los enfermos, los marginados, los pequeños, los más indefensos y olvidados, los más perdidos. No parece preocuparse de sí mismo. Siempre se le ve pensando en los demás. Le importan sobre todo los más desvalidos.

Pero hay algo más. "El pastor bueno da la vida por sus ovejas". Es el segundo rasgo. Hasta cinco veces repite el evangelio de Juan este lenguaje. El amor de Jesús a la gente no tiene límites. Ama a los demás más que a sí mismo. Ama a todos con amor de buen pastor que no huye ante el peligro sino que da su vida por salvar al rebaño.


Por eso, la imagen de Jesús, "pastor bueno", se convirtió muy pronto en un mensaje de consuelo y confianza para sus seguidores. Los cristianos aprendieron a dirigirse a Jesús con palabras tomadas del salmo 22: "El Señor es mi pastor, nada me falta... aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo... Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida".

Los cristianos vivimos con frecuencia una relación bastante pobre con Jesús. Necesitamos conocer una experiencia más viva y entrañable. No creemos que él cuida de nosotros. Se nos olvida que podemos acudir a él cuando nos sentimos cansados y sin fuerzas o perdidos y desorientados. Una Iglesia formada por cristianos que se relacionan con un Jesús mal conocido, confesado solo de manera doctrinal, un Jesús lejano cuya voz no se escucha bien en las comunidades..., corre el riesgo de olvidar a su Pastor. Pero, ¿quién cuidará a la Iglesia si no es su Pastor?
J. A. Págola

25.4.12
Nuestra antigua pila que podría pertenecer a los origenes de la Iglesia de la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, siglo XVI, está elaborada en jaspe granate e incrustada en el muro de la sacristía, dispuesta para que los Ministros se lavasen las manos, ante missam y post missam.


 




Consta de dos cuerpos: el inferior, la pila, propiamente dicha, semicircular y baja; y una estela decorativa rectangular con altorrelieve que representa un jarrón de amplias formas curvas combinando formas abiertas, cerradas y enroscadas. Y en la parte superior del jarrón cinco bajorrelieves de estrellas de seis puntas enmarcadas por círculos que se disponen en una estructura de X, siendo la estrella central más grande que las laterales y que tienen mucha similitud con la decoración externa de algunas ermitas e iglesias rurales del norte de España, especialmente de Navarra, que pertenecen a iglesias templarias, aunque la Orden del Temple tuvo muy escasa representación en estas zonas de Andalucía. En general se trata de una decoración extraña y original, lo que se acentúa con el material y el color utilizado.

Hay que mencionar como anécdota que tiene una función para la que no fue concebida. Se trata de que la pila mide el nivel de humedad ambiente con lo que  pasando las manos por su superficie nos puede dar una idea del tiempo que se avecina. Todos los Hermanos que trabajamos en el montaje de los pasos para el Miércoles Santo, una y otra vez, casi automáticamente, cuando las condiciones climáticas lo requieren, pasamos por la Sacristía de la Resurrección para comprobar que la pila está seca, siendo esto indicativo de que no habrá lluvia.

24.4.12
En la Eucaristía del Domingo pasado, como canto de despedida se entonó el REGINA COELI, que es un canto a María del tiempo de Pascua. Durante el tiempo pascual, en lugar del Ángelus, se reza el Regina coeli.

Pudimos observar que la inmensa mayoría de los fieles no sabiamos entonar este hermoso canto pascual. Por ese motivo publicamos la letra del mismo en latín y en castellano, para que quién esté interesado pueda memorizarlo así como oirlo.

CASTELLANO:

V. Reina del cielo, alégrate.
R. Aleluya.

V. Porque el Señor, a quien mereciste llevar.
R. Aleluya.

V. Ha resucitado, como lo había dicho.
R. Aleluya.

V. Ruega al Señor por nosotros.
R. Aleluya.

V. Goza y alégrate, Virgen María. Aleluya.
R. Porque verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.

Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.


LATIN:


V. Regína coeli, laetáre.
R. Allelúja.

V. Quia quem meruísti portáre.
R. Allelúja.

V. Resurréxit, sicut dixit.
R. Allelúja.

V. Ora pro nobis Deum.
R. Allelúja.

V. Gaude et laetáre, Virgo María. Allelúja.
R. Quia surréxit Dóminus vere. Allelúja.



Orémus:
Deus, qui per resurrectiónem Fílii tui Dómini nostri Jesu Christi mundum laetificáre dignátus es: praesta quaésumus ut per ejus Genitrícem Vírginem Maríam perpétuae capiámus gáudia vitae. Per eúmdem Christum Dóminum nostrum.
R. Amen.

23.4.12
En innumerables ocasiones hemos coincidido en la Iglesia de la Resurrección con un chiquillo que por aquellos años ya apuntaba unos sentimientos marianos muy enraizados. Quizás la cercanía de la casa de su abuela, practicamente enfrente, le hacía más familiar todo lo relacionado con la Hermandad de la Flagelación.  Junto con sus amigos, Manuel, Ignacio, Álvaro, entre otros, formaron una generación muy preocupada por nuestra Hermandad.
Por motivos que ahora no vienen al caso no pudieron terminar sus sueños, pero él siguió con un sentimiento incontrolable por “La Señora”, como le gusta llamar a la Virgen del Mayor Dolor.
Cuando realiza su trabajo como Vestidor,  que para él no es un trabajo sino una devoción, entra en un diálogo intimo con Ella, mutuamente se cuentan sus cosillas y sobre todo le reza y le reza tan solo con sus miradas. Es una comunicación espiritual muy intensa la que se entrevé en el ambiente cuando Pablo Baena Rodriguez está vistiendo a Nuestra Señora. Al final, con la incondicional ayuda de Loli,  consigue los resultados a los que tan acostumbrados nos tiene y quizás por ello  a los que no le damos la importancia que merecen. Pablo es un experto en el arte de vestir a nuestra Virgen del Mayor Dolor, al igual que a la demás Imágenes de la Vírgen de nuestra Parroquia.


Ntr. Sra. del Mayor Dolor (Pascua de Resurrección 2012)

Esta instantánea es la prueba de cómo una Dolorosa puede lucir su alegría por la resurrección de su Hijo y de que Pablo y Loli son sus humildes servidores. Nuestra Hermandad aunque sabe que a ellos no les gusta que les digamos estas cosas quiere reconocerles su entrega incondicional y altruista. 

Al tiempo les desea que el Señor les conceda muchas ocasiones para que con su labor desinteresada puedan seguir vistiendo a su Madre en todas las advocaciones pero en especial a «La Señora» de la calle «Graná». Gracias a los dos por todo y feliz Pascua de Resurrección. Élla sabrá interceder por vosotros como por todos los bornenses.


Anfora y Corazón

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