2017
«El que venga a mi, no tendrá hambre, y el que crea en mi no tendrá nunca sed.» (Jn 6,35)

18.6.17 ,
Nuestra Corporación, ha estado trabajando para celebrar la Solemnidad  del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Jesús Sacramentado ha pasado en solemne procesión por la puerta de la Iglesia de la Resurrección  en la mañana de hoy domingo y la satisfacción de contar con la mejor compañera en tal tarea es simplemente inenarrable.

María santísima del Mayor Dolor ha presidido el altar que nuestra Hermandad ha dedicado a recibir a la «Luz del Mundo». Ella nos alienta a seguir al Maestro, y aún dolorosa, siempre nos dedica una dulce sonrisa cuando nos reunimos en nombre del Señor.


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«Así soy yo. Os doy mi vida entera. Mirad: este pan es mi cuerpo roto por vosotros; este vino es mi sangre derramada por todos. No me olvidéis nunca. Haced esto en memoria mía. Recordadme así: totalmente entregado a vosotros. Esto alimentará vuestras vidas»


27.5.17
Ocupados solo en el logro inmediato de un mayor bienestar y atraídos por pequeñas aspiraciones y esperanzas, corremos el riesgo de empobrecer el horizonte de nuestra existencia perdiendo el anhelo de eternidad. ¿Es un progreso? ¿Es un error?

Hay dos hechos que no es difícil comprobar en este nuevo milenio en el que vivimos desde hace unos años. Por una parte, está creciendo en la sociedad humana la expectativa y el deseo de un mundo mejor. No nos contentamos con cualquier cosa: necesitamos progresar hacia un mundo más digno, más humano y dichoso.



Por otra parte, está creciendo el desencanto, el escepticismo y la incertidumbre ante el futuro. Hay tanto sufrimiento absurdo en la vida de las personas y de los pueblos, tantos conflictos envenenados, tales abusos contra el Planeta, que no es fácil mantener la fe en el ser humano.

Sin embargo, el desarrollo de la ciencia y la tecnología esta logrando resolver muchos males y sufrimientos. En el futuro se lograrán, sin duda, éxitos todavía más espectaculares. Aún no somos capaces de intuir la capacidad que se encierra en el ser humano para desarrollar un bienestar físico, psíquico y social.

Pero no sería honesto olvidar que este desarrollo prodigioso nos va «salvando» solo de algunos males y de manera limitada. Ahora precisamente que disfrutamos cada vez más del progreso humano, empezamos a percibir mejor que el ser humano no puede darse a sí mismo todo lo que anhela y busca.

¿Quién nos salvará del envejecimiento, de la muerte inevitable o del poder extraño del mal? No nos ha de sorprender que muchos comiencen a sentir la necesidad de algo que no es ni técnica ni ciencia ni doctrina ideológica. El ser humano se resiste a vivir encerrado para siempre en esta condición caduca y mortal.

Sin embargo, no pocos cristianos viven hoy mirando exclusivamente a la tierra, Al parecer, no nos atrevemos a levantar la mirada más allá de lo inmediato de cada día. En esta fiesta cristiana de la Ascensión del Señor quiero recordar unas palabras del aquél gran científico y místico que fue Theilhard de Chardin: «Cristianos, a solo veinte siglos de la Ascensión, ¿qué habéis hecho de la esperanza cristiana?».

En medio de interrogantes e incertidumbres, los seguidores de Jesús seguimos caminando por la vida, trabajados por una confianza y una convicción. Cuando parece que la vida se cierra o se extingue, Dios permanece. El misterio último de la realidad es un misterio de Bondad y de Amor. Dios es una Puerta abierta a la vida que nadie puede cerrar.

EL cielo no se puede describir pero lo podemos pregustar. No lo podemos alcanzar con nuestra mente pero es imposible no desearlo. Si hablamos del cielo no es para satisfacer nuestra curiosidad sino para reavivar nuestra alegría y nuestra atracción por Dios. Si lo recordamos es para no olvidar el anhelo último que llevamos en el corazón.

Ir al cielo no es llegar a un lugar sino entrar para siempre en el Misterio del amor de Dios. Por fin, Dios ya no será alguien oculto e inaccesible.

Aunque nos parezca increíble, podremos conocer, tocar, gustar y disfrutar de su ser más íntimo, de su verdad más honda, de su bondad y belleza infinitas. Dios nos enamorará para siempre.

Pero esta comunión con Dios no será una experiencia individual y solitaria de cada uno con su Dios.

Nadie va al Padre si no es por medio de Cristo. «En él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente» (Col 2,9).

Sólo conociendo y disfrutando del misterio encerrado en este hombre único e incomparable, penetraremos en el misterio insondable de Dios. Cristo será nuestro «cielo». Viéndole a él «veremos» a Dios.

Pero no será Cristo el único mediador de nuestra felicidad eterna. Encendidos por el amor de Dios, todos y cada uno de nosotros nos convertiremos a nuestra manera en «cielo» para los demás.

Desde nuestra limitación y finitud, tocaremos el Misterio infinito de Dios saboreándolo en sus criaturas. Gozaremos de su amor insondable gustándolo en el amor humano. El gozo de Dios se nos regalará encarnado en el placer humano.

El teólogo húngaro L. Boros trata de sugerir esta experiencia indescriptible: «Sentiremos el calor, experimentaremos el esplendor, la vitalidad, la riqueza desbordante de la persona que hoy amamos, con la que disfrutamos y por la que agradecemos a Dios.Todo su ser, la hondura de su alma, la grandeza de su corazón, la creatividad, la amplitud, la excitación de su reacción amorosa nos serán regalados».

Qué plenitud alcanzará en Dios la ternura, la comunión y el gozo del amor y la amistad que hemos conocido aquí. Con qué intensidad nos amaremos entonces quienes nos amamos ya tanto en la tierra.

Pocas experiencias nos permiten pregustar mejor el destino último al que somos atraídos por Dios.

J.A. Págola.

21.5.17 ,
La Semana Santa en Bornos es algo más que la conmemoración anual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Trasciende a límites que alcanzan lo pasional, lo fraternal, es otro modo de vida.




Hace que muchos bornichos vivan cada día del año su particular Semana Santa, sea dentro de la vida de hermandad o fuera de ella. Y es en este punto, fuera de los muros de la parroquia o de la casa hermandad, en cualquier rincón, ya sea, convivencia, reunión de amigos o cualquier local, donde la actividad cofrade no descansa.

En el marco de «La Semana Cultural» , con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Bornos, en la incomparable Casa Ordoñez,  tan históricamente ligada a la Cofradía de la Resurrección desde sus albores, tendrá lugar el próximo domingo día 28 de mayo a las 13:00 horas,  una «Tertulia Cofrade» a la que estáis todos invitados, que nace con el fin de formalizar «esos pequeños coloquios que surgen en cualquier rincon de Bornos».

El costal, la trabajadera, la igualá, el ensayo, las cuadrillas, la indumentaria, el grupo... todo con un mismo nexo de unión, la amistad y las cofradías, han hecho que nuestro equipo de capataces, encabezados por José Rodriguez Buzón pensáran, como forma de dar continuidad al crecimiento que nuestra Cofradía está experimentando  y con la participación de cofrades venidos desde otros lugares, Sevilla, Jerez de la Frontera, Espera, Villamartín, pero en la misma sintonía,  en convocar esta Tertulia Cofrade.

Como tertulianos participarán D. Francisco Gil Solano, presidente de la Agrupación Parroquial Nuestro Padre Jesús de la Misericordia en su Prendimiento de Villamartín, D. Manuel Gómez Sánchez, de Sevilla, 30 años como hermano costalero de Jesús del Gran Poder, D. Antonio Pedro Hirch, nacido en Jerez de la Frontera, pero vive y se siente vecino de la localidad hermana de Espera, capataz de la Hermandad de San Antonio, osteópata de profesión y conocido en la Sierra de Cádiz por usar el deporte como herramienta de inclusión social de personas con discapacidad, D. Manuel Jaén Vargas, nacido en Jerez de la Frontera, Capataz del Cristo del Amor y Ntra. Sra. de la Candelaria, y D. Francisco Lencina Morales, nacido en Sevilla, costalero durante más de 20 años del Santísimo Cristo de las Penas de la Hermandad de la Estrella de Triana.

En la mesa, estarán también D. José Buzón Rodríguez, que compartirá con los asistentes la forma de trabajar de las dos cuadrillas de costaleros de nuestra Cofradía y como moderador nuestro actual capataz del paso del Señor D. Jesús Sierra Durán. Antes de finalizar habrá coloquio con los asistentes, pasando la tertulia a  mesa redonda, para departir, preguntar y opinar con los tertulianos invitados.

Esta cara, la más fraternal y humana, de nuestra cofradía es la que hace atractiva la participación de todos en esta Tertulia Cofrade, y nos tiene que hacer partícipes  y miembros activos del  «Sentimiento» que define nuestra Corporación, todo para mayor Gloria de Nuestro Señor Jesucristo y su Santísima Madre.



20.5.17 1
Una Iglesia formada por cristianos que se relacionan con un Jesús mal conocido, poco amado y apenas recordado de manera rutinaria es una Iglesia que corre el riesgo de irse extinguiendo. Una comunidad cristiana reunida en torno a un Jesús apagado, que no seduce ni toca los corazones, es una comunidad sin futuro.

En la Iglesia de Jesús necesitamos urgentemente una calidad nueva en nuestra relación con él. Necesitamos comunidades cristianas marcadas por la experiencia viva de Jesús. Todos podemos contribuir a que en la Iglesia se le sienta y se le viva a Jesús de manera nueva. Podemos hacer que sea más de Jesús, que viva más unida a él. ¿Cómo?




Juan recrea en su evangelio la despedida de Jesús en la última cena. Los discípulos intuyen que dentro de muy poco les será arrebatado. ¿Qué será de ellos sin Jesús? ¿A quién le seguirán? ¿Dónde alimentarán su esperanza? Jesús les habla con ternura especial. Antes de dejarlos quiere hacerles ver cómo podrán vivir unidos a él, incluso después de su muerte.

Antes que nada, ha de quedar grabado en su corazón algo que no han de olvidar jamás: «No os dejaré huérfanos. Volveré». No han de sentirse nunca solos. Jesús les habla de una presencia nueva que los envolverá y les hará vivir, pues los alcanzará en lo más íntimo de su ser. No los olvidará. Vendrá y estará con ellos.

Jesús no podrá ya ser visto con la luz de este mundo, pero podrá ser captado por sus seguidores con los ojos de la fe. ¿No hemos de cuidar y reavivar mucho más esta presencia de Jesús resucitado en medio de nosotros? ¿Cómo vamos a trabajar por un mundo más humano y una Iglesia más evangélica si no le sentimos a él junto a nosotros?

Jesús les habla de una experiencia nueva que hasta ahora no han conocido sus discípulos, mientras lo seguían por los caminos de Galilea: «Sabréis que yo estoy con mi Padre y vosotros conmigo». Esta es la experiencia básica que sostiene nuestra fe. En el fondo de nuestro corazón cristiano sabemos que Jesús está con el Padre y nosotros estamos con él. Esto lo cambia todo. Esta experiencia está alimentada por el amor: «Al que me ama... yo también lo amaré y me revelaré a él».

¿Es posible seguir a Jesús tomando la cruz cada día sin amarlo y sin sentirnos amados entrañablemente por él? ¿Es posible evitar la decadencia del cristianismo sin reavivar este amor? ¿Qué fuerza podrá mover a la Iglesia si lo dejamos apagar? ¿Quién podrá llenar el vacío de Jesús? ¿Quién podrá sustituir su presencia viva en medio de nosotros?
J. A. Págola
 

10.5.17
Al final de la última cena, los discípulos comienzan a intuir que Jesús ya no estará mucho tiempo con ellos. La salida precipitada de Judas, el anuncio de que Pedro lo negará muy pronto, las palabras de Jesús hablando de su próxima partida, han dejado a todos desconcertado y abatidos. ¿Qué va ser de ellos?

Jesús capta su tristeza y su turbación. Su corazón se conmueve. Olvidándose de sí mismo y de lo que le espera, Jesús trata de animarlos:«Que no se turbe vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí». Más tarde, en el curso de la conversación, Jesús les hace esta confesión: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí». No lo han de olvidar nunca.



«Yo soy el camino». El problema de no pocos no es que viven extraviados o descaminados. Sencillamente, viven sin camino, perdidos en una especie de laberinto: andando y desandando los mil caminos que, desde fuera, les van indicando las consignas y modas del momento.

Y, ¿qué puede hacer un hombre o una mujer cuando se encuentra sin camino? ¿A quién se puede dirigir? ¿Adónde puede acudir? Si se acerca a Jesús, lo que encontrará no es una religión, sino un camino. A veces, avanzará con fe; otras veces, encontrará dificultades; incluso podrá retroceder, pero está en el camino acertado que conduce al Padre. Esta es la promesa de Jesús.

«Yo soy la verdad». Estas palabras encierran una invitación escandalosa a los oídos modernos. No todo se reduce a la razón. La teoría científica no contiene toda la verdad. El misterio último de la realidad no se deja atrapar por los análisis más sofisticados. El ser humano ha de vivir ante el misterio último de la realidad.

Jesús se presenta como camino que conduce y acerca a ese Misterio último. Dios no se impone. No fuerza a nadie con pruebas ni evidencias. El Misterio último es silencio y atracción respetuosa. Jesús es el camino que nos puede abrir a su Bondad.

«Yo soy la vida». Jesús puede ir transformando nuestra vida. No como el maestro lejano que ha dejado un legado de sabiduría admirable a la humanidad, sino como alguien vivo que, desde el mismo fondo de nuestro ser, nos infunde un germen de vida nueva.

Esta acción de Jesús en nosotros se produce casi siempre de forma discreta y callada. El mismo creyente solo intuye una presencia imperceptible. A veces, sin embargo, nos invade la certeza, la alegría incontenible, la confianza total: Dios existe, nos ama, todo es posible, incluso la vida eterna. Nunca entenderemos la fe cristiana si no acogemos a Jesús como el camino, la verdad y la vida.

J. A. Págola 

23.4.17
Aterrados por la ejecución de Jesús, los discípulos se refugian en una casa conocida. De nuevo están reunidos, pero no está con ellos Jesús. En al comunidad hay un vacío que nadie puede llenar. Les falta Jesús. ¿A quién seguirán ahora? ¿Qué podrán hacer sin él? «Está anocheciendo» en Jerusalén y también en el corazón de los discípulos.



Dentro de la casa, están «con las puertas cerradas». Es una comunidad sin misión y sin horizonte, encerrada en sí misma, sin capacidad de acogida. Nadie piensa ya en salir por los caminos a anunciar el reino de Dios y curar la vida. Con las puertas cerradas no es posible acercarse al sufrimiento de las gentes.

Los discípulos están llenos de «miedo a los judíos». Es una comunidad paralizada por el miedo, en actitud defensiva. Solo ven hostilidad y rechazo por todas partes. Con miedo no es posible amar el mundo como lo amaba Jesús, ni infundir en nadie aliento y esperanza.

De pronto, Jesús resucitado toma la iniciativa. Viene a rescatar a sus seguidores. «Entra en la casa y se pone en medio de ellos». La pequeña comunidad comienza a transformarse. Del miedo pasan a la paz que les infunde Jesús. De la oscuridad de la noche pasan a la alegría de volver a verlo lleno de vida. De las puertas cerradas van a pasar pronto a la apertura de la misión.

Jesús les habla poniendo en aquellos pobres hombres toda su confianza: «Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». No les dice a quién se han de acercar, qué han de anunciar ni cómo han de actuar. Ya lo han podido aprender de él por los caminos de Galilea. Serán en el mundo lo que ha sido él.

Jesús conoce la fragilidad de sus discípulos. Muchas veces les ha criticado su fe pequeña y vacilante. Necesitan la fuerza de su Espíritu para cumplir su misión. Por eso hace con ellos un gesto especial. No les impone las manos ni los bendice como a los enfermos. Exhala su aliento sobre ellos y les dice: «Recibid el Espíritu Santo».

Solo Jesús salvará a la Iglesia. Solo él nos liberará de los miedos que nos paralizan, romperá los esquemas aburridos en los que pretendemos encerrarlo, abrirá tantas puertas que hemos ido cerrando a lo largo de los siglos, enderezará tantos caminos que nos han desviado de él.

Lo que se nos pide es reavivar mucho más en toda la Iglesia la confianza en Jesús resucitado, movilizarnos para ponerlo sin miedo en el centro de nuestras parroquias y comunidades, y concentrar todas nuestras fuerzas en escuchar bien lo que su Espíritu nos está diciendo hoy a sus seguidores y seguidoras.

Texto de J. A. Págola 
Imagen de la Red.

16.4.17 , ,
«¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?»
«No está aquí.».

¡ HA RESUCITADO !




De acuerdo con los escritos cristianos, el Domingo de Pascua es el día en el cual Jesús salió de su sepulcro. Este hecho es fundamental para el cristianismo. La historia cuenta que en cuanto se hace de día, tres mujeres van al sepulcro donde Jesús estaba enterrado y ven que no está su cuerpo. Un Ángel les dice que ha resucitado. Van donde está la Virgen con los Apóstoles y les dan la gran noticia. Mientras tanto, Pedro y Juan corren al sepulcro y ven las vendas en el suelo. El desconsuelo que habían tenido la noche anterior se transforma en un júbilo general. Rápidamente lo transmiten a los demás Apóstoles y discípulos y todos permanecen con la Virgen en espera del gran momento de volver a encontrarse con el Señor.


Señor resucitado   

Tú vives, has resucitado de entre los muertos.
Tú vives, la muerte ha sido vencida.
Tú vives, la vida es más grande que la muerte.
Tú vives, primicia de todos los vivos.
Tú vives, y eres la vida.
Tú vives, tu carne no ha conocido la corrupción.
Tú vives, no has sido abandonado a la muerte.
Tú vives, y nos enseñas el camino de la vida.
Señor resucitado, sé nuestra fuerza, nuestra vida.
Señor resucitado,
danos la alegría de vivir.
Señor resucitado,
enséñanos a caminar como hermanos a tu encuentro.
Señor resucitado,
haz de nosotros una comunidad en marcha,
una comunidad viva y de vida.
Señor resucitado,
pon calor en nuestros corazones.
Señor resucitado,
pon claridad en nuestros ojos de creyentes.
Señor resucitado,
pon humildad en nuestra vida entera.
para reconocerte como vivo.
Señor resucitado,
pon espíritu en nuestra alma
para confesarte delante de todos con valentía.

¡ FELIZ PASCUA DEL SEÑOR !

3.4.17 , , , , ,
Dia grande en la Hermandad, con altísima participación de hermanos, el que vivimos ayer domingo 2 de abril celebrando nuestra Función Principal de Instituto. El quinto domingo de cueresma se va afianzando cada vez más como el dia más importante de nuestra corporación junto al Viernes de Dolores y el Miércoles Santo.

La fiesta litúrgica que auna y nos acerca a Jesucristo y a su bendita Madre es la base para una convivencia fraternal entre todos nuestros miembros que a la vez nos une en armonía y comunión a la Iglesia misma.

La devoción se palpó en el ambiente y al final como no puede ser de otra forma, tuvimos unos momentos de asueto y pudimos departir con un desayuno en el marco incomparable de la Casa Ordoñez, amablemente cedida para tal fin por las autoridades locales.

Os dejamos a continuación el reportaje fotográfico que hicimos para que nuestros hermanos puedan seguir disfrutando de nuestros Titulares .


Ahora solo cabe esperar la llegada del Viernes de Dolores cuando nos volveremos a reunir entrono a María Santísima del Mayor Dolor para rezarle y celebrarle la intercesión que nos brinda al Hijo de Dios.


31.3.17 , , ,
Así ha lucido María Santísima del Mayor Dolor durante los días de Triduo que la Hermandad a venido celebrando. Debe ser todo un privilegio tener unas manos capaces de rezar a María con encajes, alfires, agujetas y sobre todo con una, otra y otra mirada.

Nuestro hermano Pablo consigue con su respeto, buen gusto y entrega, que todos podamos acercarnos hasta la inmensa dulzura de la Virgen, a su Divinino Rostro.

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En una semana podremos, D.M., rezarle en su día a las 10:00 h. de la mañana en la Iglesia de la Resurrección, como desde hace cientos de años. Después, en la tranquilidad del templo, durante toda la jornada, podremos besar sus Divinas Manos e intimar espiritualmente con nuestra Madre. Toda una experiencia que nos va a preparar a revivir la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y por último a regocijarnos con su Resurrección.



30.3.17 , ,
El próximo domingo, a las 10 de la mañana, en la Iglesia de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, nuestra Corporación, en Solemne Función de Instituto, hará Protestación Pública de Fe. Os la dejamos para que podáis reflexionarla e interiorizarla.


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«En el nombre de la Santísima Trinidad y de la eterna unidad, Padre e Hijo y Espíritu Santo, tres Personas y un solo Dios verdadero que vive y reina por siempre sin fin.

Los Hermanos de la Antigua e Ilustre Cofradía de la Santísima Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y Venerable Hermandad de Penitencia del Santo Cristo de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor, deseando dar testimonio de nuestra fe y creencias, como hijos que somos de la Santa Romana Iglesia, reunidos ante el altar y haciendo solemne y pública protestación de nuestra fe, declaramos y juramos:

· Que creemos en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.

· Que creemos en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso, y desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

· Que creemos en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna.

· También declaramos y juramos que creemos en los demás misterios y sacramentos de la religión católica, y especialmente en la real presencia de Cristo Jesús en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, hasta dar la vida por ella si necesario fuere.

· Asimismo declaramos y juramos que creemos que la Santísima Virgen María, desde el primer instante de su Inmaculada Concepción, fue preservada del contagio del pecado original y que, libre de la corrupción del sepulcro, por su gloriosa Asunción fue elevada por los ángeles en cuerpo y alma a los cielos, donde ejerce el oficio de Mediadora Universal de todas las gracias pues, en el trance amargo de sus Tristezas al pie de la Santa Cruz, fue constituida por Cristo Jesús como Madre de todos los hombres.

Esta es la fe que profesamos y en la que queremos vivir y morir. Por ello, juramos sobre los Santos Evangelios acatar y cumplir todo lo que ordenan nuestras Reglas y, como condición indispensable del ser cofrade, creer, vivir y defender estas verdades de fe.

Al mismo tiempo te pedimos, Madre Santísima del Mayor Dolor, Refugio de los Pecadores y Consuelo de los Afligidos, que nunca nos desampares, que nos alcances de tu Divino Hijo todos los días la gracia de ser fieles a esta promesa que hoy hacemos y que, tras una vida plena de amor a Dios y a nuestros hermanos, como fervorosos cofrades de tu Hermandad, al final de nuestro paso por esta tierra salgas a nuestro encuentro y logremos, por la Divina Misericordia, poder gozar para siempre, en tu dulce compañía, de la gloria eterna. Amén. »



30.3.17 , , ,
Hoy priemer dia de culto a nuestros Titulares, la Iglesia de la Resurrección estuvo repleta de fieles para obtener la misericordia del Señor y la intersección de María Santísima del Mayor Dolor. Para los que no pudieron acudir y para quienes no podrán hacerlo estos días tan importantes en la vida de nuestra Hermandad os dejamos una breve galería de fotografías de nuestra hermana Pilar María, siempre atenta con su objetivo.

Picar en la foto para ver la galería

Esperamos que estas fotografías apacienten todas nuestras inquietudes y nos den la serenidad y la fuerza necesaria para seguir adelante en la busquedad de la felicidad de la manos del Santísimo Cristo de la Flagelación y de Nuestra Señora del Mayor Dolor.


26.3.17 , , ,
Cercanos los días en que nuestra Corporación comenzará los Cultos Cuaresmales, a todo el Pueblo Santo de Bornos y en especial a nuestros Hermanos/as y devotos os dejamos la programación que D.M realizaremos para mayor Gloria de Jesucristo Nuestro Señor y su Bendita Madre, esperando vuestra asistencia.



- Solemne Triduo a nuestros Titulares, los días 29,30 y 31 de marzo, comenzando con el rezo del Sto. Rosario a las 19:30 horas, Ejercicio del Triduo y Santa Misa a las 20:00 horas.

- Durante toda la jornada del sábado día 1 de abril la bendita Imagen del Cristo de la Flagelación permanecerá en besamanos en la capilla.

- Solemne Misa Principal de Instituto el domingo día 2 de abril a las 10:00 horas.

- La imposición de medallas a los nuevos hermanos y a todos aquellos a los que aún no se les haya sido impuesta se realizará el domingo día 2 en el transcurso de la función principal. Todos aquellos interesados que se pongan en contacto con la junta de gobierno.

- Durante la jornada del jueves día 6 de abril la bendita Imagen de María Santísima del Mayor Dolor permanecerá en besamanos en la capilla.

- Santa Misa de Dolores, viernes día 7 de abril a las 10:00 horas, al término de la cual quedará durante toda la jornada expuesta en devoto besamanos la Imagen de María Santísima del Mayor Dolor.

- Estación de Penitencia del Miércoles Santo a las 21:00 horas.

Aprovechamos también para informaros que las papeletas de sitio para acompañar a nuestros titulares en la Estación de Penitencia podrán retirarlas en nuestra casa hermandad el sábado 8 de abril en horario de mañana y tarde, lunes 10 y martes 11 de 16:00 a 19:00 horas de la tarde.

Convencidos de que contaremos con vuestra presencia en los actos programados, y en especial en Nuestra Estación de Penitencia del Miércoles Santo en la Iglesia de la Resurrección os deseamos una fructifera Semana Santa 2017.


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