En
el corazón traspasado por siete espadas de la Virgen de los Dolores
laten también las angustias de todos los que están sufriendo esta
pandemia.
A Ella nos encomendamos en el día más grande de la
vecina más ilustre de la calle Granada que tanto supo en toda su
historia cuidar de los enfermos como Divina Enfermera.
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