Ya, no tan lejos de María

Fallece Josefita como nosotros, cariñosamente, la llamábamos, Camarera de Honor de Nuestra Señora del Mayor Dolor. Es un duro golpe para su marido, hijos e hijas , pero también para la gran familia de la Hermandad de la Resurrección. Nació en el año 1935 y desde siempre mostró gran devoción por los titulares de nuestra Hermandad, tanto que con su labor desinteresada y en la discreción que le caracterizaba contribuyó de manera decisiva a que su Madre María Santísima del Mayor Dolor tuviese su nuevo paso plateado, entre otras cosas, que no mencionaré porque era muy pudorosa con estos temas y que ella impulsaba desde el amor que le procesaba al Mayor Dolor de María.

El recuerdo que me viene ahora a la mente es verla sentada en su habitual banca el Miércoles Santo, esperando el regreso de su Señora, de su Virgen, porque la consideraba suya. Y lo era, como también de todos nosotros.

Cuantas veces me dijo: "Lo único que te pido es que no me descuidéis a mi Virgen". Yo, que la conocía, siempre la saludaba pinchándola y preguntándole ¿Qué, como ves a mi Virgen? y su respuesta siempre era la misma ¿Y tú como la ves?, para mi está preciosa.

Sabíamos de su gran preocupación por rezar a las Ánimas Benditas y ahora tendrá la oportunidad de favorecerlas desde el Cielo junto a Nuestro Señor Jesucristo, a su Divina Madre, y a interceder por los que ha dejado aquí, en especial por su hermana Dolores que le acompañaba siempre y que también ha sufrido otra gran perdida recientemente.

«Descansa en Paz Josefa»

Pedro Bueno Jiménez

Hermano Mayor