«El que venga a mi, no tendrá hambre, y el que crea en mi no tendrá nunca sed.» (Jn 6,35)

A nuestros Pequeños

Se acerca la media tarde de este Viernes de Dolores en rumor de golondrinas y cielo azul silente. El día se encamina hacia su ocaso, pero no queríamos dejarlo ocultarse tras las cumbres verdes del Calvario sin tener un recuerdo especial y lleno de cariño a nuestros hermanitos. A estas horas revolotearían, riente desbandada multicolor de pétalos al viento en esta tarde de primavera, llenando de vida cada resquicio de nuestra iglesia, conformando el ramillete más hermoso que pueda recibir una Madre en el día de su Santo.



A vosotros, nuestra mayor promesa de futuro, queremos emplazaros a otra tarde de verano, cuando esta situación tan incierta haya pasado, cuando todos comprendamos un poco más esto que está sucediendo, cuando las calles vuelvan a llenarse de vida, para hacer posible esta celebración que no se cancela, tan solo se posterga a tiempos mejores.

Hoy, que vuestras invitaciones se han quedado en la casa de hermandad y todos los planes se han quedado a medias, sentimos profundamente no poder alzaros hasta sus tiernas manos expectantes en ansia de besos. Pero, aunque os parezca extraño, sólo tenéis que mirarla un instante a esos ojos inmensos y desearlo con todas vuestras fuerzas, como si estuviéramos todos juntos en la Resurrección, un año más, a su lado… Ella, en su corazón, podrá sentir cada uno de vuestros besos, podrá ahuyentar esos miedos que no queréis vestir de palabras, velar vuestros sueños tan llenos de mañana y cuidar para que todos estéis bien, a salvo. En casa. Porque, no olvidéis jamás, allá donde estéis no va a abandonaros nunca.

Feliz Viernes de Dolores a todos.

Con cariño de vuestra Hermandad.
3.4.20

Publicar un comentario

[blogger]

Anfora y Corazón

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con la tecnología de Blogger.
Javascript DisablePlease Enable Javascript To See All Widget